martes, 4 de febrero de 2014

Odio




Odio que sepas pensar
y que me hagas reír;
odio que me hagas sufrir
y odio que me hagas llorar;
odio tanto estar sola,
que no hayas llamado aún
pero más odio que no te pueda odiar
ni aunque estes tan loco ni siquiera un poco
lo he de intentar.

                    Los corazones nunca serán prácticos hasta que puedan hacerse irrompibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario