jueves, 30 de enero de 2014

Dejarse llevar y no ponerle nombre.

 
 
 
 
Porque te espero y quiero que aparezcas y me cojas de nuevo por la cintura y me digas que sabes que esto está mal, que va en contra de tus principios pero que tú lo quieres tanto como yo lo deseo...
 
Y llega un día, que te das cuenta que en esa pareja, solo quedas tú. Y lo único que te ata a él, es esa herida, y haciéndola sangrar, no mantienes vivo su recuerdo; sino el dolor de la pérdida...
 
 
Dejarse llevar y no ponerle nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario